martes, 17 de febrero de 2009

Santa Casilda


Santa Casilda
El santuario de Santa Casilda se emplaza en un risco calcáreo, desde el que se puede contemplar buena parte de la comarca burebana. Este lugar debe su nombre a una princesa mora, hija del rey de Toledo Al-Mamún. Corría el siglo XI, cuando esta noble princesa fue descubierta por su padre cuando llevaba panes a los prisioneros cristianos de las mazmorras de Toledo, apenada por las torturas y vida miserable que llevaban los cautivos. Al verla, le preguntó qué llevaba en su regazo y ella respondió que flores. Según la leyenda, los alimentos que portaba se convirtieron en rosas, evitando así la ira de su padre.
Este milagro quedaría siempre unido a la representación iconográfica de la Santa conocida como la santa de las rosas. Por esta misma época se le declaró a la princesa una enfermedad de flujo de sangre, calificada por los médicos árabes de incurable y que hoy algunos identifican como un posible cáncer de matriz. Llegó entonces a Toledo la noticia de que en unos lagos cristianos, los “Lagos de San Vicente”, podía curarse esta enfermedad. Al-Mamún autorizó a su hija a ir a este lugar y fue allí donde Casilda recibió el bautismo, viviendo desde entonces una retirada vida de penitencia cristiana.

El celo por la salvación de las almas Orad por la conversión de los pecadores.
ORACIÓN
Escuchadnos, oh Dios Salvador nuestro, y haced que la fiesta de Santa Casilda, al tiempo que regocija nuestra alma la enriquezca de sentimientos de tierna devoción. Por J. C. N. S.

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