En época de la santa se encontraba, en las proximidades de los lagos, el monasterio de San Vicente de Buezo, mandado reconstruir por Sancho II, contemporáneo de Casilda. El santuario actual, situado en lo alto del risco, sobre piedra viva, fue construido de nueva planta a finales del siglo XV y en el primer tercio del siglo XVI. Hacia 1750, se amplió y transformó en un espectacular edificio de estilo barroco. En su interior se conserva la radiante imagen recostada de la santa sobre su sepulcro, obra de Diego de Siloé.Santa Casilda ha contado siempre con el cariño y la admiración de los habitantes de su tierra de adopción. En el mes de mayo se celebra la concurrida fiesta y romería de La Tabera, que se inicia en este lugar y que continúa en Briviesca, moviendo gran cantidad de dinero. El juego de apuestas consiste en lanzar un huesecillo de cordero, denominado “taba”, de cuya posición al caer depende ganar o perder.También se puede ir caminando por alguna de las rutas trazadas desde diferentes pueblos burebanos hasta este lugar. El santuario ofrece la oportunidad de disfrutar de un día de campo en sus merenderos y en el entorno de los pozos, gozando de una gran riqueza vegetal, respirando ese ambiente
de serenidad y de paz que, siglos atrás, envolvió a Santa Casilda.
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